La Trinidad y el Amor entre Pareja pt1

La Trinidad y el Amor entre Pareja pt1 es un repaso y reflejo de sermones recientes del Pulpito IBF Tlahuac.com. (videos de sermones en nuestro canal de YouTube está en Iglesia Bautista Fundamental de Tlahuac – YouTube ).

Déjeme empezar con la Trinidad.

Dios es uno. No hay ni dos ni tres ni más dioses. El único Dios que existe es nuestro Dios, Jehová («Jehová» es el nombre principal y importante en el Antiguo Testamento que no fue trasladado al Griego.)

1 Jn 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

¿Qué sacamos de este versículo? Primero, la esencia de Dios es amor. ¿Qué es necesario para tener el amor? Tres cosas. Necesitas alguien que ama o da el amor, alguien que recibe el amor, el Amado, y algo que va entre los dos, porque el amor tiene que ser contestado y el amor tiene que ser regresado o no se vale.

El Padre es quien que Ama.

Juan 5:20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que éstas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.

El Hijo es el Amado.

Mateo 13:17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

El Espíritu Santo es este amor entre los dos.

Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Entonces para concluir, Dios se auto define a sí mismo con el concepto de amor. Hay tres partes (personas realmente) para tener el amor. Quien ama, a quien es amado, y las actas y interrelación entre los dos. Esto no es tan definido como persona, pero en realidad, es exactamente una persona. Entre un hombre y una mujer que están en amor, la mayoría de las veces, su amor produce un hijo, el señal de su amor, otra persona.

Todo esto, un varón, su esposa, y la muestra de su amor, un hijo, es amor (o puede ser o debe ser). Pero fíjate que no tienes tres amores, sino son tres partes de un solo ejemplo de amor. El amor es una relación constante entre estos. Tres personas, pero un solo amor.

En el principio, antes de la creación de cosas no eternas.

Entonces, Dios siempre existía en esta forma. Amor. Tres personas, un solo Dios. Esto es el verdadero monoteísmo. No hay tres dioses, hay un solo Dios que existe en esta forma, porque se define el amor así.

Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

Empezamos a edificar sobre lo que sabemos. Según Juan 1, el Verbo es Jesús (Juan 1:14). Jesús el Hijo existía con Dios, pero siendo a la vez mero Dios. Cuando hablamos de los seres en el universo, hablamos de dos tipos de seres, los que son criaturas, y los que no lo son, o sea, Dios. Esto presume correctamente que Dios siempre existía en el pasado, y en uno punto fijo, Dios creó criaturas, el universo, y la planeta tierra. Este es un punto de división entre Dios y las criaturas. Lo que existía antes que cualquier cosa creada, y las criaturas después.

Entonces Jesús el Verbo estaba antes de la creación. Esto obliga a nosotros de tomarle como Él es mero Dios. No puede ser otra cosa.

La Pequeña Palabra «con»

Luego, la pequeña palabra «con» («el Verbo era con Dios»). Este preposición en griego significa actualmente frente a frente. En frente de «alguien» o «algo.» Entonces tenemos este concepto de que Dios siempre en la eternidad pasada existía en tres personas, el Padre frente del Hijo, y el Espíritu yendo de uno al otro y regresando.

Colosenses 1:15 Él (Jesús) es la imagen del Dios invisible, el primogénito (primogénito no habla de tiempo de nacer, ni de ser nacido, sino de quien es el administrador de todo, el heredero de todo «todo fue creado para Jesús» como herencia) de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

Este pasaje añade un detalle importante a nuestro entendimiento. Jesús existía antes de los ángeles y seres celestiales (antes de la caída de Satanás y los demonios). Jesús es eterno en el pasado. Dios preparándole un cuerpo humano cuando era tiempo de entrar al mundo le hizo validó lo que siempre era, el Primogénito, pero la creación es la herencia de Jesús, Dios Hijo. De nuevo tenemos esta extrema relación de gozo entre el Padre y el Hijo. Es su relación de amor social ejercitándose. El Padre quiere que el Hijo tiene la preeminencia.

Dos puntos aquí. Primero, esto es porque ellos se aman entre sí y es lógico que cuando se aman dos personas quieren lo máximo uno para el otro. ¿Qué regalo dio Jesús al Padre? La salvación de la humanidad en la cruz. Jesús nos ama también pero Jesús específicamente obedeció la voluntad del Padre en todo.

Segundo, Dios se enoja cuando los humanos exaltan falsos dioses arriba de Jesús. El Padre quiere que exaltamos a Jesús, no otros dioses. Esto es porque Dios es tan fastidioso sobre ídolos.

Proverbios 8:17 Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan.

Proverbios 8:22 Jehová me poseía en el principio, Ya de antiguo, antes de sus obras. 23 Eternamente tuve el principado, desde el principio, Antes de la tierra. 24 Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. 25 Antes que los montes fuesen formados, Antes de los collados, ya había sido yo engendrada; 26 No había aún hecho la tierra, ni los campos, Ni el principio del polvo del mundo. 27 Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo; 28 Cuando afirmaba los cielos arriba, Cuando afirmaba las fuentes del abismo; 29 Cuando ponía al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra, 30 Con él estaba yo ordenándolo todo, Y era su delicia de día en día, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo. 31 Me regocijo en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres.

Entonces, el pasaje es difícil de ubicarlo. ¿De quién está hablando? Primero, esta persona de qué habla es con Dios. Es una «posesión» de Dios. (La mujer es una posesión del hombre, porque Dios le dio Eva a Adán. No te conmueves tanto en esta frase si entiendes que Jesús es una «posesión» del Padre. Más bien, no habla de ser un esclavo como de ser un precioso tesoro en que regocija la persona de esta relación que tiene.)

Pero «antes de la obras de viejo» de Dios, que tiene que ser la creación. Los versículos ubican exactamente esto. Entonces antes de la creación del universo, y de la tierra, la sabiduría era «con Dios». De Juan 1, frente a frente en una relación social (denominado «amor») con Dios el Padre. Tienes que capturar esta situación que es «de dónde vino Dios» o su pasado o su historia. Es sumamente importante que entiendes y captas esto. Están los dos en la eternidad pasada, «sentados frente a frente» (actualmente no existía ni los ángeles ni nada menos ellos) disfrutando su relación social.

Esta relación social es actualmente el Espíritu Santo. ¿Recuerdas que el fruto de tener comunión con el Espíritu Santo es amor, gozo, paz, etc.? El verdadero amor produce esto. No hay verdadero amor afuera de Dios, y una relación con Él. Regresamos al primer versículo de este entrada presente,

1 Jn 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

Entonces, hay otro punto muy, muy importante. Super importante. Todos los seres que se encuentran a Dios, o que Dios les llaman a una relación con Él, y ellos responden, todos los seres tienen que asumir el carácter de Dios en este punto, que aman. Este versículo enseña claramente que nadie, o sea, nadie, nadie, nadie, que no ama, es salvo. Es muy importante esto.

1. Jesús contestó a una pregunta de qué es el principal mandamiento que los salvos deben cumplir sobre toda la leyes y los demás mandamientos. Jesús contestó. «NO es uno, sino dos.» Mateo 22:38-40 Amarás a tu Dios con todo tu ser. El segundo es de amar a tus prójimos. Sobre estos dos mandamientos toda la ley se cuelga. Entonces nuestro amor a Dios es lo que nos salva o es lo que es la consecuencia principal. Aunque Dios produce este amor en los salvos, también son mandados a cumplir con este mandamiento. Si uno no ama a Dios no es salvo. Si esta salvación en ti no produce amor para otros seres humanos no eres salvo. Tenemos que ver que entre pareja, entre nuestra familia, tiene que existir, y es espiritual, no carnal. Es un ejercicio espiritual en que adoramos a Dios por tratar a estas personas con puro amor. No habla de que ellos te aman, sino de que eres tú. ¿Eres un hijo o una hijo de Dios Todopoderoso, el Altísimo? Entonces amas. Punto y final. No hay nada de que no puedes amar tal persona por la persona te trata mal, sino de lo que eres tú frente de Dios. Esto se extiende a tus prójimos y hasta aun a tus enemigos. No hay excepciones aquí.
2. Entre el matrimonio, el marido o esposa que no se encuentre en su poder o posibilidad de amar a su cónyuge, simplemente no es salvo. Dios le da el poder de amar aun a tus enemigos, a tus prójimos, y especialmente a tu cónyuge, y a tus hijos con la salvación. Te da poder a amar a Dios, porque los que no aman a Dios no tienen este amor de Dios que es la salvación. Juan 3:16 De tal manera que Dios amó (a nosotros) que actuó de darnos el sacrificio de Jesús. Si entendemos que el amor es esta relación social de la eternidad en la Trinidad, y Dios traspasó esto a nuestras vidas, entonces agarramos lo que es la salvación. ¿Dónde están las peleas entre matrimonios entonces? La solución es una sola carne. O sea, esto incluye el sexo, pero no es el sexo solo realmente. La relación de amor social entre dos personas es de lo que habla. Pero muy importante otra vez, lo que sacamos de este punto de una sola carne es que lo que hace mal a tu cónyuge hace mal a ti. Lo que beneficia a tu cónyuge también beneficia a ti. No puedes pelear con tu propia carne sin dañarte a ti mismo. Digo a parejas que me vienen para consejos, «si quieres arreglar tus problemas, saca un martillo, pon TU mano sobre el escritorio y pegalo hasta que rompes todos los huesos en tu mano.» Me contestan «no, esto va a doler.» Exactamente el punto. Si entiendes tu relación o unión de una sola carne con tu cónyuge, entonces tienes tus problemas resueltos. Bien o mal, entendiéndose o no, se arreglan las cosas para que no sean problemas. Pero no atacan ni hacen daño ni se fastidian uno al otro. No sirve ningún fin bueno.

continuado la próxima semana con parte 2